Alguna vez me permití llorar,
alguna que otra vez me permití bajar los brazos y caer de rodillas,
y más de una vez me consideré una pobre víctima de las circunstancias...
Pero ahora, no hay tiempo,
este es el penúltimo momento y solo se puede y se debe seguir.
Ahora no hay tiempo para otro tipo de cosas,
es tiempo de sacar a la luz,todo lo aprendido gracias a ello.
Tengo que levantarme, sacudirme las rodillas y respirar profundo para calmar el ardor de los ojos.
Tengo que inflar el pecho con valor y reemprender la marcha.
Hay tantas cosas por hacer y tan poco tiempo, que a penas se me hace suficiente...
Cada grano de arena espera en una cuenta regresiva suicida,
y yo no puedo deshonrar tal sacrificio deteniéndome por nimiedades.
Hay que seguir.

0 comentarios: