Tomó un clavo;
Uno grande, firme y,
sobretodo,
oxidado,
Y lo apoyó sobre la uña del pulgar de su pie izquierdo.
Y se dio un fuerte martillazo…
Entre el dolor, las lágrimas y la sangre,
Miró al clavo y le dijo:
—¿Cómo pudiste ser tan cruel?
Y se sacó una selfie.
[Foto: http://goo.gl/UmgRZ3]

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